ASHTANGA VINYASA YOGA
Ashtanga Vinyasa Yoga es una forma de yoga dinámico. Se diferencia del Hatha Yoga por la práctica del vinyasa. Vinyasa significa literalmente sistema de movimientos y respiración sincronizados. Y estos movimientos son los que encadenan una postura con la otra. Cada postura está meticulosamente diseñada con un número determinado de movimientos y respiración de manera que un alumno avanzado enlazará las postura siguiendo fielmente el ritmo de respiraciones y movimientos. La secuencia de posturas siempre será la misma y el alumno irá añadiendo posturas a medida que su práctica progresa.
Aparte del sistema de vinyasa otros elementos serán determinantes para la práctica: la respiración Ujjayi (pranayama), las bandhas (cierres energéticos), el drishti (miradas) ayudan al practicante a concentrar y aumentar la energía a lo largo de la práctica.
HATHA YOGA
El Hatha Yoga consiste en una especialidad del Yoga, que se centra en su práctica física.
Sus fundamentos principales son las asanas (posturas), pranayama (respiración), kriyas (purificaciones corporales) y mudras (trabajos gestuales). Todo esto conduce a preparar adecuadamente cuerpo y mente para la meditación. Las prácticas se estructuran sobre un esquema que parte de una toma de concienca inicial donde se invita a que cada practicante pueda hacer un registro de sí y del estado en el que llega.
Luego se realizan una serie de ejercicios articulares para empezar a activar el cuerpo de manera gradual. A continuación se hacen secuencias de movimientos, asanas y como cierre una relajación final. Son prácticas dinámicas, variadas, sin exigencias formales, organizadas sobre la necesidad y posibilidad de los asistentes, respetando siempre el punto de partida de cada uno. Proponemos una puerta de entrada a un mundo muy vasto, empezando por la posibilidad de entrenar la presencia y el estado de auto observación, desde el disfrute y la exploración compartida.
VINYASA FLOW
Vinyasa es la práctica de yoga que sincroniza Pranayama (respiración) y movimiento. Pranayama proviene de la raíz de las palabras Prana, que significa «energía Vital» y Ayama «expansión, prolongación». Pranayama es la práctica de la expansión de nuestro propio Prana, es el control de la respiración a nivel físico. Por lo tanto, la práctica de Vinyasa Flow consiste en la combinación armónica entre el dinamismo o fluidez (Flow) de un Ásana (postura) y otro, en conjunción con la respiracón consciente.
Se trabaja desde la biomecánica natural del cuerpo, para la correcta alineación de las posturas. Como resultado, esta práctica trabaja conscientemente desde el cuerpo físico, conjuntamente con la respiración, para lograr la oxigenación de nuestra sangre, músculos y órganos, logrando una armonía y equilibrio mental.
YOGA PARA EL EMBARAZO
Los meses del embarazo son de cambios profundos, crecimiento, maduración e inestabilidad emocional. Una persona adulta, sana, nunca está sujeta a tantas modificaciones como en este período y se requiere alguna ayuda para lograr la constante adaptación que esos cambios reclaman a su físico y a su psiquis.
Practicar yoga durante el embarazo ayuda a que la mujer embarazada se conecte con su nuevo cuerpo gradualmente, aceptando con naturalidad los cambios que se van produciendo a lo largo de los nueve meses a traves de movimientos que la van armonizando y tonificando, a que vaya tomando conciencia de todas sus zonas integrándolas a su esquema corporal. Al mismo tiempo, la embarazada logra ganar confianza en la capacidad de su cuerpo de «sostener» a su bebé, liberándolo de tensiones y corrigiendo aquellas malas posturas propias del embarazo, previniendo de ese modo las múltiples molestias tan comunes al final del embarazo. Todo esto va preparando el cuerpo para el momento del parto, manteniéndolo fuerte y ágil.
La práctica del yoga estimula la respiración, la circulación y las demás funciones del organismo, tan exigido en el embarazo, proporcionando mayor vitalidad, bienestar y equilibrio psicofísico. Tonifica la musculatura del tronco, descarga las piernas e integra todo el cuerpo proporcionando una sensación agradable de liviandad que contrarrestra la creciente pesadez del abdómen.
La clase de yoga incluye siempre la práctica de la relajación, la que, llegado el momento del trabajo de parto es esencial para abordar el proceso de las contracciones con naturalidad, con una actitud de entrega y de apertura, lo que ayuda enormemente a que este se desarrolle con mucha más fluidez, tiene un efecto analgésico incuestionable y ayuda a economizar energía y oxígeno.